Van en un compartimento de vagón de tren una gorda, una rubia guapísima, un cordobés [yo por supuesto] y un sevillano [el malafollá de Quatermain].
El tren entra en un túnel y se queda el vagón a oscuras; entonces se oye un guantazo enorme ¡¡¡PLASSS!!! El tren pasa el túnel y vuelve a la luz.
Los cuatro pasajeros se quedan pensando en lo que ha podido ocurrir.
La gorda piensa:
‘Seguro que el sevillano le ha metido mano a la rubia. La rubia se ha mosqueado y le ha dado un guantazo’.
La rubia piensa:
‘Seguro que el sevillano ha intentado meterme mano, se ha equivocado y la gorda le ha metido una hostia’.
Quatermain piensa:
‘Seguro que RuFo le ha metido mano a la rubia, la rubia se ha equivocado y me ha dado la hostia a mí‘.
Y RuFo piensa:
‘A ver si llega otro túnel y le meto otra hostia al Quater‘.
Y es que no hay nada como la “sana” rivalidad entre Cordobeses y Sevillanos…
blog de clase
dios k sueño tengo
jueves, 5 de febrero de 2009
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